lunes, 16 de marzo de 2009

Oh Allah!




“Oh, Allah, nunca me inclino a escuchar
el grito de un animal,
el sonido de las hojas de los árboles,
el murmullo del agua,
la salmodia trinada de los pájaros;
nunca presto oídos a la amorosa invitación
de la sombra,
al rumor del viento
o al estrépito del trueno,
sin pensar que dan testimonio de Ti,
el Único”.

Dhu´l Nun.

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