domingo, 2 de junio de 2013

Educación




Los honorarios de Sócrates.

Cierto día, un rico ateniense encargó a Sócrates la educación de su hijo. 

El filósofo le pidió por aquel trabajo quinientos dracmas, 
pero al hombre le pareció un precio excesivo
- Por ese dinero puedo comprarme un asno.
- Tiene razón. Le aconsejo que lo compre y así tendrá dos.



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